Es un día de descanso, me levanto de una pequeña siesta de unos veinte minutos. La comida ha sido abundante y la modorra aparece en proporción. Cojo el móvil y me acabo desperezando navegando absorto por Instagram. Circulo por un laberinto de personas, amistades de amistades, cada una con su post. Algun@s más, otr@s menos interesantes. Hasta llegar a una persona que me deja boquiabierto con su arte.
Os explico, ella se hace llamar Esti Amo (@estipikal), y se dedica,entre otras cosas,a dibujar retratos. Retratos a mano alzada, con lápiz y rotulador negro. Hasta aquí parece normal. Es cuando ves el realismo de cada uno de ellos, la expresión tan marcada, cada mínimo detalle, cada una de las comisuras, sombras, luces, de las arrugas… Entonces sueltas un “Wow” de esos que significa: estoy flipando.
Además le sumamos el tamaño en el que dibuja y su toque personal entonces ya es un placer visual. Hace que los observadores nos quedemos impactados y embobados. Me encanta el estilo “cómic” que le imprime, una estupenda guinda. Mil gracias por tanto arte.
No pretendo ser un crítico de arte, ni por asomo. Sí que deseo compartir estos interesantes encuentros con todas vosotr@s para que los podáis disfrutar.
Os paso el enlace al final del post.
Sigo disfrutando con sus dibujos y me doy cuenta de que tiene miles y miles de seguidor@as. La verdad es que no me extraña. Más de un@ habrá caído en su red como me ha pasado a mí.
Me invade un pensamiento y reconozco que todavía no está todo perdido en las redes, Hay mucho tema interesante por descubrir y por suerte, hay much@s artistas que usan esta plataforma para mostrar su trabajo al mundo.
Aterrizo de nuevo en la vida real y me doy cuenta que se me ha ido un poco el tiempo. Me levanto de un salto, apuro rápido el café y me pongo a estudiar. Hoy entramos en el apasionante tema de “agentes extintores”.
